¡Sí a la siesta!
- Emilia Arangio
- 29 ene 2021
- 2 Min. de lectura
Mendoza (Argentina), donde nací y crecí, es una ciudad en la que el sol brilla casi todo el año y en verano quema sin compasión. En esas horas de fuego entre las 14:00 y las 17:00 la siesta es casi necesaria; tenemos que resguardarnos [uns beschützen] de ese calor infinito. Un lugar fresco y oscuro es ideal para perderse unos minutos y sobrevivir al calor asfixiante [erstickend] de las calles. Es por eso que los mendocinos somos 'siesteros' [ugs. Freunde des Mittagsschlafs] y esta costumbre es parte del ritmo de la ciudad. Las tiendas cierran después del mediodía y vuelven a abrir después de las 16:00.

Alfonsina Storni, una poeta argentina nacida en Suiza (Tesino) en 1892, escribió un poema titulado "Siesta". Sus imágenes me llevan a esos recuerdos de las siestas mendocinas: con sus versos vuelvo a revivir esas tardes vacías de la infancia, cuando todos dormían y el vecindario tenía algo de fantasmal [gespenstisch] bajo el peso agobiante [drückend] del calor de las primeras horas de la tarde.

La poesía es un medio fantástico para aprender y practicar una lengua, y claro, también para aprender sobre el mundo y sobre nosotros mismos. Los poetas eligen cada palabra cuidadosamente y nos regalan fotos en palabras, emociones que no hemos sabido identificar, imágenes vivas que a veces tocan el corazón (la memoria) y nos ayudan a ver hacia adentro y hacia afuera.
Hoy comparto este poema sobre la siesta. Quizás encuentren en él algo de sus propias siestas. La siesta no es algo exclusivamente español o latino. En el mundo hay muchos 'siesteros' de todas las naciones. Y creo que todos necesitamos la siesta. Los científicos han estudiado sus efectos y resulta que tiene numerosos beneficios para nuestra salud física y mental.

¿Cuándo fue la última vez que te echaste una siesta? Para mí la siesta significa unos minutos con un buen libro en el sofá, cayendo lentamente en el sueño, dejando que las palabras desaparezcan lentamente. Y unos diez minutos después despierto con energías renovadas. A lo mejor si lees este poema en el sofá, una reparadora [erquickend] siesta te encuentre. Que la disfrutes.
SIESTA
Alfonsina Storni
Sobre la tierra seca
EI sol quemando cae:
Zumban [1] los moscardones [2]
Y las grietas [3] se abren...
El viento no se mueve.
Desde la tierra sale
Un vaho [4] como de horno;
Se abochorna [5] la tarde
Y resopla cocida
Bajo el plomo del aire...
Ahogo [6], pesadez,
Cielo blanco; ni un ave.
Se oye un pequeño ruido:
Entre las pajas [7] mueve
Su cuerpo amosaicado [8]
Una larga serpiente.
Ondula [9] con dulzura.
Por las piedras calientes
Se desliza [10], pesada,
Después de su banquete
De dulces y pequeños
Pájaros aflautados [11]
Que le abultan [12] el vientre.
Se enrosca [13] poco a poco,
Muy pesada y muy blanda,
Poco a poco se duerme
Bajo la tarde blanca.
¿Hasta cuándo su sueño?
Ya no se escucha nada.
Larga siesta de víbora
Duerme también mi alma.
1. summen 2. Schmeissfliege 3. Riss 4. Dunst 5. (hier) sehr heiss werden 6. Erstickung 7. Stroh 8. mosaikartig 9. sich wellen/ sich winden 10. gleiten / sich winden 11. flötenartig 12. aufblähen 13. sich zusammenrollen
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